Para que conozcan en profundidad a quien les escribe todos los meses, iré contando mi vida en el mundo de la moda mediante preguntas y respuestas!

A los 21 descubrí mi vocación: el diseño y la costura.

Estudié en la Universidad de Mendoza Diseño de Indumentaria y me gradué de Licenciado.

Finalicé mis estudios en Barcelona, España. Lugar en donde amé la vida, porque fue allí donde mi cabeza floreció en un jardín de ideas, sin prejuicios ni frenos.

Comencemos! 🤞🏻✨

¿Qué significa la moda para mí como profesional de la misma?

Es identidad y diferencia.

Hablo desde mi propia experiencia que puede ser concebida por otros como tal. Para mí la moda es el lugar donde podemos expresarnos tal cual somos, es la puerta que nos abre nuestro interior y muestra al mundo eso que somos por dentro.

En Barcelona me di cuenta que usando falda o pantalón continuaba siendo yo mismo, allí descubrí que la ropa, ropa es y que no define en nada a la persona si nos referimos a ser masculino o femenino.

Al regresar a Argentina el impacto fue fuerte, sobre todo para mis cercanos. Había dado un gran giro en mi forma de vestir y yo que lo había tomado tan natural, para el resto no lo era tanto.

Entonces 😰

¿Qué me enamora de este mundo?

Creo que la versatilidad que tiene y lo lúdico que es.Creamos arte y el arte no necesita mucha explicación.

Podemos jugar con colores, texturas, formas. Incluir figuras. Modificar la estructura ósea.También podemos invitar a la reflexión, denunciar, anunciar y celebrar.Todo eso, en unas cuantas puntadas y un poco de tela.

Como decía el personaje que encarnaba a Raúl de la Riva, el impoluto diseñador de la serie española Velvet: “cariño, somos artistas. No nos equivocamos, simplemente cambiamos de opinión”

Y así es, siempre me recuerda esta frase cuando comienzo a diseñar. Y es que desde el figurín a la realidad siempre transformamos y ajustamos algo para que asiente mejor y se acople a la imagen mental que teníamos de esa prenda antes de trasladarla al papel.

Arte y moda son un conjunto exquisito.

Ustedes quizás se pregunten 🤓

¿Cómo es mi estilo?

Se podría decir que es un poquititititito ecléctico. Me gusta mucho lo antiguo: el colonialismo, barroco, rococó y neoclásico. Tanto en mi forma de vestir -consumo mucho vintage y segunda mano- como en mi manera de diseñar. Esto, aunque me cuesta mucho, trato de encastrarlo con las tendencias o una moda más joven, fresca y actual.

¿Y quiénes me inspiran a mí a la hora de dibujar?

Desde niño amo la historia y el arte.

Mientras estudiaba en la facultad fui conociendo más y más de este maravilloso mundo. Así comencé a inspirarme en pintores, escultores y personajes de la historia.

También es mi musa la Virgen María y la Iglesia Católica con sus doradas basílicas y frescos increíbles.

¿Y esto último? Fui bautizado en dicha religión y durante toda mi vida profesé el catolicismo. De hecho estuve involucrado trabajando en grupos durante siete años.

Por motivos realmente dolorosos terminé fuera del juego y hoy en día no profeso ninguna religión aunque la inspiración la sigo tomando.

Y el diseñador, como todos, alguna vez fue niño…

Siempre he sido serio, callado, algo tímido e introvertido. De pocos amigos me encantaba pasar mis tardes luego del colegio jugando con mis juguetes a quienes les ponía voz y ropa, claro.

Allí tuve mi primer contacto con la moda, creaba vestidos de servilletas para las pocas  muñecas que tenía y a los muñecos les hacía sacos tipo blazer con retazos de telas de mi madre.

Ya concluyendo esta nota, me gustaría confiarles…👜👛🧦

¿Algo que amo?

Definitivamente las carteras y las medias negras, ¡soy muy fan de estas dos cosas!

https://www.instagram.com/p/CEPeceqpJec/

Ahora sí, mi trabajo como diseñador comienza aquí 👇🏻

¿Y cómo son mis inicios? Que aún continúan…

En 2018 realicé el rediseño de la imagen de la Virgen más antigua que tiene la provincia: Nuestra Señora del Buen Viaje, venerada bajo la tutela de los jesuitas desde 1600.

Siendo una persona profundamente devota de la Virgen, imaginarán lo que significó para mi ese trabajo, ¡fue increíble!

Disfrute mucho investigar, diseñar y presentar algo mío, que quedará grabado para siempre en los mármoles de la Compañía de Jesús de Mendoza.

En 2019 comencé a hacer vestidos a medida. El living de casa, con un espejo prestado por mi abuela, se había convertido en mi atelier. Entrevistaba a mis clientas y luego de definir el diseño juntos, empezábamos a soñar ese vestido.

Habrán notado unas líneas atrás que nombré a mi abuela… ella es todo para mí, ha sido en gran parte impulsora de lo que soy yo ahora. Ella me ha regalado mis primeras cosas y siempre me apoya en todo. Debo agradecerle a Dios el regalo de su vida y de ser mi abuela, mi segunda mamá.

Ya a principios de este año y, nuevamente, con su ayuda pude concretar el sueño de tener un espacio propio: mi taller. Ese lugar es mi lugar, el aire que se respira y cada rincón habla de mí.

Y hasta aquí llegamos, la tormenta que cayó sobre todos sin previo aviso aún continúa. Yo sigo diseñando y creando arte desde mi lugar en el mundo, con la esperanza de que salga el sol sobre todos.

A modo de conclusión, creo que este tiempo que estamos viviendo nos está ayudando a depurar aquellas cosas que no suman. La moda se ha visto muy golpeada y cuestionada durante esta pandemia.

¿Hasta qué punto consumir moda pone en jaque a otros e incluso a la misma naturaleza?

En mi opinión, debemos siempre interesarnos por saber de dónde y cómo se construyó nuestra prenda, sea vintage o nueva.

Si somos diseñadores debemos garantizar siempre la transparencia de nuestro trabajo libre de mano esclava y daños grandes hacia el planeta.

Es un tiempo para ordenarnos augurando que al igual que sucedió luego de la Segunda Guerra Mundial, el brillo y los infinitos metros de tela vuelvan a ser los protagonistas con un renovado “New Look” al estilo Dior.

PARA CONOCER MÁS SOBRE EL TRABAJO DE FACUNDO: Rodriguez Navarro