Te quiero, querer, quererse, así como nos salga, sin decirlo, o gritarlo, guardarlo, tal vez demostrarlo, expresarlo en algo, dibujarlo, pintarlo, escribirlo después de tanto tiempo y que siga diciendo: te quiero, que no moleste, ni sorprenda, ni agobie, que sea una caricia extensa de cuando no se debe, que sea palabra, una sola y que alcance, que tenga forma de flor, de libro, que sea necesitar compañía, que sea quererse a si dentro de si, que para decirlo no haga falta nada y sea todo, o se piense mudo en un beso, intenso en las ingles, desmesurado en la última despedida, como un llanto glorioso de lo más deseado o en el dolor de lo que no se tiene, que se diga en voz alta desde el yo yoico, me quiero y a vos, que si llega bajito al oído, no sea un silencio pesado de humedad, que no de asco, que sea un aire dentro de un globo y crezca despacio muy despacio hasta sentirse como se debe, sin vergüenza, querer desde acá hasta allá, tan lejos y tan cerca, en el desencuentro, en una ruta infinita aunque no estemos juntos por lo que fuimos, queriéndonos, quererse así de simple, tomándonos las manos, caminando a la par siendo impar, querer ahí donde no se puede, no se quiere, pero se está porque es lo único que se puede dar. Decirlo sin importar como va a llegar si lo van a recibir, si lo querrán ocultar o no ver, si le van a temer como monstruo oscuro y desconocido, después de una traición, Si, decirlo, decirlo como una yema brotando entre los dedos, para que prenda y sea ese árbol que nos de refugio, cuando estamos solos.
GRACIAS LAURA!!!
Laura Silvana Del Polpolo, Artista formada en la universidad del IUPA, en la orientación de Pintura. Participó de exposiciones en el Museo de Bellas Artes Juan Sánchez en 2011. Cursó la Diplomatura en Fotografía en la UFLO Cipolletti en 2017. Actualmente se encuentra cursando materias de la carrera de Diseño Visual en Facultad de Río Negro. Es docente de arte en escuelas secundarias de General Roca. «Me reconforta a menudo seguir ampliando los conocimientos en la disciplina de lo gráfico, es decir seguir formándome en nuevas experiencias»