Antes de poner un pie en la bañadera me encuentro explorando mi cuerpo en su infinita capacidad de transformación, mi cuerpo femenino que se muestra como un sitio de belleza que pretende alterar el orden de lo establecido en una monstruosidad escalofriante, cuando me paso la hoja de Gillette debajo de las axilas y por un descuido, sangra, que además es un mapa exponencial de verdades donde se funde la animación y la acción viva, en esa mezcla única de venas dilatadas, de esas líneas de aspecto cicatricial, del nacarado de las ingles, donde mi vientre celebra, el goce de creación en una parición constante sin límite. Frente al espejo, explorando mi cuerpo que une el misticismo a la deformidad por los sucesivos embates del tiempo, de las heridas ocasionales, de los ingresos a los quirófanos, con los secretos ocultos de un drama familiar repleto de estrellas, perfectamente actuado con un grandioso vestuario, que revela frescura, algo de la ternura oculta por el luto, en eso que dicen que no parece fácil de admitir como objeto de satisfacción, pero basta cederlo ante esa insignificancia del pensamiento, ante cualquier defensa que resulte más peligrosa que el ataque, de lo que una se imagina tan perdido como recuperable desde la torre de control con pastillas para todo el personal de seguridad que lo mantiene en su pulso más vital.

Porque en las visuales del siglo veintiuno, mi cuerpo es el de una mujer renacentista, que intenta ser la gran imagen del surrealismo por el que respira todavía, la primera en demostrar que tiene tanta libertad artística como para transformarse a sí misma con diferentes fondos de colores en el protocolo que está equivocado. Tengo un cuerpo, de ninguna manera lo soy. Un cuerpo que está privado de tener como nombre un adjetivo calificativo sino el que figura en mi documento, que inmerso en una manada de lobos se hace carne y puede no querer decir nada, no importar nada, hasta que se lo compara con otro cuerpo.

¿ Pero quién es la mujer cuya figura acompaña el imaginario colectivo? La que escribe poemas y dibuja en un recorrido placentero la línea de otros cuerpos, que son perfectos y posan atendiendo su deseo, la que abre los ojos sin consagrarse a la omnipotencia de los afiches de una sexualidad-casi perfecta-de los avisos en ropa interior. Ni cantante, ni actriz, ni modelo, ni vedette que aparece en los carteles con la marquesina iluminada, porque es la deidad la que está en la imagen. Un cuerpo que es desvestido a oscuras y al parecer eso es todo, en una indiscutida singularidad o en la extraña seducción de la que me complazco. Cómo explicar todo lo que he conquistado en las sucesivas batallas o como precursora de una nueva vanguardia en la crianza, con mi filosofía que consiste en ser yo misma en el desgaste de mi cuerpo, que se carga de presencia para conseguir un trabajo, porque no tengo para pagarle a ninguna agencia de publicidad o para costearme una serie con las más variadas excitaciones subjetivas de mi pobrecita vida. Y es que en el imperio de la forma, el cuerpo tiene que tener algo del remake de las películas, aunque lo que ofrece Angeline no es pasible de compras, ni la chica material de las pautas culturales o tal vez sea, la máscara de femeneidad escénica de Audrey comiendo una croissant con extrema delicadeza. En la feria de los esplendores americanos no daría en la talla, salvo por la piel que se conserva suave y la mantengo perfumada.

Obra: «Caos Territorial» / Cecilia Guaragna

Cecilia Guaragna, artista visual con orientación en grabado y arte impreso, vivo en Roca-Fiske, provincia de Rio Negro, Argentina durante años me dedico a la investigación y experimentación con materiales y soportes menos tóxicos, sembrando conciencia del cuidado al medio ambiente y lograr la sustentabilidad a través de procesos creativos artísticos con la mirada puesta en espacios naturales. Creadora de la técnica Cartongrafía, a partir de la conceptualización de las capas emocionales de la memoria para visibilizar nuestra propia historia ya sea personal, social, cultural, comparando poéticamente dichas capas con que está hecho el cartón gris prensado.

Para conocer más sobre la artista podes ingresar en: http://cartongrafia.com/