¿Usarías pieles de gatos?

Dicen que abrigan mejor que una de zorro.

¿Comerías carne de perro?

En china es un plato popular y exquisito, dicen.

¿Comerías carne de humanes?

Dicen que en las cremaciones se siente el mismo aroma que cuando se cocina carne de cerdo.

Así como en un tiempo, el racismo nos dijo que la especie humana se dividía en razas y que algunas de ellas eran inferiores, por no ser blancas, europeas, ni cristianas.

Así como en un tiempo, el sexismo nos dijo que la mujer era inferior porque había sido creada a partir de la costilla de un hombre.

Así como nos sigue diciendo el clasismo que pobre es el que quiere. Y que sólo pueden fumar marihuana quienes viven en Palermo.

Así, el especismo continúa reproduciendo la idea de que hay ciertas especies de animales no humanos, que son inferiores.

Todas las violencias que se justifican en el sabor, en el consumo, en la mirada humana son consecuencia de una violencia que tiene nombre propio:  especismo.

Por el sabor y el consumo, ciertos animales deben ser sometidos, esclavizados, oprimidos, cosificados. Sus cuerpos desmembrados y usados para vestir y entretener el paladar humano.

Más en esta nota, hablamos de moda.

¿Cómo elegimos vestirnos?

¿Con quiénes?

¿Cuántas vidas vale tu ropa?

La industria de la moda busca convertirnos en cómplices. Cómplices de explotación de poblaciones vulnerables de países que sólo conocemos por Rambo. O aquellos en donde hay regímenes totalitarios.

Vietnam, Taiwán, Filipinas. Bangladesh. China. Cambodia. Singapure

Países en donde el dólar vale menos que en Venezuela, o que en Argentina. Países en donde instalar fábricas para las multinacionales de la Moda, les cuesta centavos (de dólar, claro).  Aun así, fueron denunciados por ONGs e investigadores como Naomi Klein (No Logo) por elegir explotar mujeres e infancias con condiciones laborales infrahumanas.

La industria de la moda busca convertirnos en cómplices. Cómplices de persecución, asesinato de especies animales en vías de extinción, que consiguen por centavos en esos mismos países. Perpetuando la explotación de comunidades vulnerables, pobres, con hambre.

Comunidades que antes de la llegada del capitalismo, honraban a esas especies animales. Formaban parte de su cosmovisión. De su cultura. De su vida.

Entonces, ¿Qué tiene que ver moda y especismo con el feminismo?

Principalmente, tiene todo que ver. Debido a que el feminismo siempre ha fundamentado su existencia en la revisión de las jerarquías de subordinación y los roles de género dentro de este sistema llamado patriarcado. El feminismo es ante todo, interseccional.

Carol J. Adams, en su investigación que le llevó 15 años hasta ser publicada: “La política sexual de la carne” (1999), articuló de manera brillante el feminismo y el especismo.

Ella fue quién exploró la relación entre los valores patriarcales, el consumo de carne y la violencia machista. Visibilizó que la opresión requiere de la implementación de una serie de violencias, de la que la cosificación es muy importante. Este tipo de violencia permite que el opresor vea al otro ser como un objeto. Una vez cosificado puede ser fragmentado. Una vez fragmentado, el consumo puede tener lugar.

Paul Preciado, reconocidx activista queer y filosofx sostiene que el feminismo no es humanista, sino que es un animalismo y que el animalismo es un feminismo expandido y no antropocéntrico.

 La industria textil: voraz, inconsciente, superflua

Según la ONU, después de la energía derivada de combustibles fósiles, es la segunda industria más contaminante del mundo. Para fabricar cueros de diferentes animales se usan más de 250 sustancias químicas diferentes, incluidos formaldehído, cianuro, arsénico y cromo. La mayoría son altamente contaminantes y termina en los ríos y mares.

Por eso, La Asamblea Ambiental de la ONU y organizaciones ecologistas que hablan del tema, llaman a cambiar los patrones de consumo. “Radicalmente” dicen.

Por eso moda y feminismo. Porque el feminismo, ante todo es éticamente responsable. Deja de culpar al pasado para enfocarse en el presente, en el futuro y tejer alianzas. Tejer redes con la red de la vida.

Para suplantar el cuero de diversos animales se están fabricando cueros de excelente calidad en base a cactus, (la firma Desserto, en México) y en base a hongos, cueros que son orgánicos, libres de productos químicos. Visualmente similares al cuero animal, con propiedades altamente absorbentes, antibacterianas y antisépticas.

Si podemos elegir ser ambientalmente responsables, ¿Por qué no hacerlo?

Si podemos reconocer el derecho de todos los animales a no ser atormentados ni asesinados por ropa, o por cualquier otra razón. Si podemos ser éticamente responsables, ¿Por qué no hacerlo?