La autocompasión es una mirada amorosa hacia los dolores que vivimos como seres humanos.
No es condescendencia ni justificación, sino es acercarnos a eso que duele desde el amor, un amor que comprende, permite y repara a futuro.
Si me conocías hace 3 años atrás me hubieras conocido como una persona: autoexigente, crítica, miedosa y culposa. Una combinación bastante letal, para mi mundo interno y para mi relación con los otros; hasta que conocí la autocompasión a través del Mindfulness (meditación de atención plena en el presente).
Esta mirada, como tantas otras, me dio espacio, libertad y soltura; no sólo para acercarme a mis dolores (físicos, mentales, emocionales) sino para darle lugar a quien soy, un ser que estaba oprimido, encerrado y limitado por los mandatos sociales, los buenos modales, mis conversaciones internas juzgadoras y tantas emociones que no sabía cómo gestionar
Por eso, te quiero compartir los 3 pilares de la autocompasión para que puedas empezar a experimentarla. Esto más que un “concepto” es una invitación a cambiar el chip, cambiar la manera en la que nos relacionamos hoy con quienes estamos pudiendo ser y con lo que nos toca vivir cada día.
PILAR 1: ATENCIÓN PLENA
La atención plena es poder brindarle toda nuestra atención a lo que estas experimentando y que te genera malestar. Se trata de mirar a la cara al malestar y dejar de evadir o querer eliminar. Está ahí, lo podes mirar, lo podes nombrar, ya no sos el malestar sino que es “el” malestar. Te puede ayudar ponerle una etiqueta, por ejemplo: “Me siento enojad@ y lo siento en mi pecho, en mi cabeza. Hay tensión en mis hombros”, puede ser también “Esto es difícil, es incómodo, me siento…”
PILAR 2: HUMANIDAD COMPARTIDA
Por lo general, cuando vivimos situaciones difíciles que nos causan malestar pensamos que nos está pasando a nosotr@s nada más y que somos una sola persona atravesando este trago amargo.
La humanidad compartida es comprender que el malestar que sentís es parte de la vida misma, es un momento (no una eternidad) y que muy probablemente haya más personas atravesando los mismos dolores porque es parte de ser un ser viviente.
Para experimentar la humanidad compartida lleva el foco de tu atención a la siguiente frase:
“esto también va a pasar”.
PILAR 3: AUTOBONDAD
¿Cómo podes acompañarte en tu malestar? La auto-bondad te invita a que seas tu mejor aliad@ en esos momentos difíciles, que seas una compañía agradable para esa emoción, sensación o experiencia de malestar.
Te propongo que pienses esta pregunta ¿Qué gesto compasivo me ayudaría a atravesar este momento, emoción, sensación?
Frotarte el pecho, respirar profundo, abrazarte, frotarte las manos para generar calor y apoyarlas en tu rostro son algunas ideas. Cada gesto compasivo va a aliviar tu sistema nervioso y le va a avisar a todo tu cuerpo que se puede relajar y que puede salir del estado de alarma.
Es entendible que viviendo en la sociedad donde estamos nos resulte fácil y “normal” juzgarnos a nosotr@s mism@s, criticarnos y castigarnos; por eso si decidís empezar a practicar la autocompasión en tu día a día y en la relación con vos mism@, tenéte paciencia.
Recordá que para traspasar tus dolores, una voz interna crítica y juzgadora es lo mismo que poner alcohol en una herida, y una voz autocompasiva es el ungüento que tus heridas necesitan.
Como los zorros de la ilustración mi deseo es que puedas darte refugio y cobijo a vos mism@ cuando más lo necesites.